La caléndula es una planta versátil y fácil de cultivar que se puede sembrar en dos épocas específicas. Para su correcto cultivo, es importante tener en cuenta los cuidados necesarios para su germinación. Además, la caléndula tiene múltiples beneficios en el huerto, los cuales resaltaremos en este artículo.
Época de siembra de la caléndula
La caléndula puede ser sembrada en dos épocas del año. Por un lado, es posible sembrarla en primavera, cuando las temperaturas comienzan a elevarse y el clima ya no es tan frío. Por otro, si se decide sembrar la caléndula en otoño, se puede hacer a finales del verano o principios del otoño. Es importante destacar que cuando se siembra en épocas cálidas, la planta necesita más agua de lo habitual.
Cómo sembrar caléndula
La caléndula se puede sembrar directamente en el suelo o en semilleros, aunque en este último caso hay que realizar el trasplante cuando la planta alcance alrededor de cinco centímetros de altura. Es recomendable sembrar las semillas a una profundidad de 1 a 2 centímetros y asegurarse que la tierra tenga buen drenaje. Una vez sembradas, regar con cuidado para evitar el exceso de agua. Cuando las caléndulas están fuera, debemos regarlas un poco más.
Beneficios de la caléndula en el huerto
La caléndula tiene múltiples beneficios en el huerto. Por un lado, ayuda a atraer insectos beneficiosos para nuestro huerto, como las mariquitas, crisopas y sirfidos, lo que resulta en una mayor producción. Además, la caléndula también puede repeler plagas, como los áfidos. Por último, al ser una planta acumuladora de fósforo, la caléndula es una buena opción para realizar cultivos asociados con plantas que demanden bastante fósforo.
Cómo cuidar las caléndulas después de plantarlas en el huerto
Las caléndulas son flores vistosas y fáciles de cultivar en el huerto. Para plantarlas, es importante elegir un lugar soleado y bien drenado, y sembrar las semillas a una profundidad de 1 centímetro. Una vez que las plántulas tienen unas pocas hojas, se pueden trasplantar a un sustrato rico en nutrientes y continuar regando con regularidad. Es importante evitar el exceso de humedad y el encharcamiento, ya que esto puede provocar la aparición de enfermedades y el deterioro de la planta.
Cuidados específicos
- Ubicación soleada: Las caléndulas necesitan al menos 6 horas de luz solar directa al día para crecer bien y florecer abundantemente. Una ubicación a la sombra o con poca luz puede hacer que la planta se estire y tenga una floración pobre.
- Temperaturas cálidas: La caléndula crece mejor en ambientes con temperaturas entre 18 y 22 grados. En condiciones de frío extremo o calor excesivo, la planta puede sufrir y no desarrollarse adecuadamente.
- Riego adecuado: Las caléndulas necesitan un riego regular, especialmente durante los períodos de sequía. Sin embargo, es importante no excederse con el agua y evitar el encharcamiento en el sustrato, que puede favorecer el desarrollo de enfermedades.
- Control de plagas: Para prevenir la aparición de plagas como pulgones o arañuelas, se pueden utilizar insecticidas naturales a base de aceites esenciales o plantas repelentes, como la menta o el eucalipto. También es útil atraer polinizadores al huerto, ya que las abejas y otros insectos beneficiosos pueden ayudar a combatir las plagas.
En resumen, para cuidar las caléndulas después de plantarlas en el huerto es importante elegir un lugar soleado y bien drenado, mantener una temperatura adecuada y regar con regularidad, evitando el exceso de humedad y el encharcamiento en el sustrato. Además, se deben controlar plagas y atraer polinizadores para favorecer un crecimiento saludable de la planta.