Disfrutar los frutos de la naturaleza es una de las experiencias más naturales, agradables y deliciosas que puedas experimentar. Comer un mango, por ejemplo, va más allá de saborear la pulpa jugosa, pues casi siempre queremos comer otro de estos manjares y entonces nos preguntamos si es o no posible tener en nuestro jardín uno de estos árboles.
En un escenario en el que ya hayas hecho la acción de sembrar una pepa de este fruto y la planta ya ha nacido, y empieza a estirar sus ramas en busca de la luz del astro solar, debes saber cuanto antes de qué manera debes plantarla, además de saber cuándo hacerlo. Por eso te presentamos unas buenas recomendaciones para que tu mango esté saludable y fuerte.
Plantación del arbusto
Cuando ya puedes ver que las primeras hojas empiezan a formarse, debes seguir paso a paso estas indicaciones acerca de cómo plantar mango de manera efectiva y sin perjudicar a la naciente vida vegetal:
- Paso 1: Generalmente, el proceso de siembra se lleva a cabo en un matero pequeño, o mediano en este caso, pues la semilla es más grande de las habituales. Busca entonces un matero que triplique el tamaño en donde han salido los primeros brotes.
- Paso 2: La tierra que tiene el primer recipiente no debes desecharla, ya que de esta manera tu arbusto se sentirá como en casa.
- Paso 3: Excava alrededor del tallo y extrae la mata con cuidado; deposítela en un recipiente con unos dos dedos de agua y dedícate a preparar su nuevo hogar.
- Paso 4: Adquiere un abono de buena calidad que hará las veces de primer suelo en el nuevo matero, rocíalo procurando que no esté formado por grumos, en cuyo caso debes desmenuzarlos con ayuda de tus dedos.
- Paso 5: Ya estás listo para moverla de sitio sin novedad. Ubica el tallo lo más centrado posible y agrega la tierra con las manos, para que puedas distribuirla con seguridad alrededor de las paredes del recipiente.
Cuándo hacer este proceso de plantado
Muchos recomiendan que los árboles frutales deben trasplantarse en los meses más cálidos, para que el frío del invierno no afecte su crecimiento e incluso pueda poner en riesgo su vida.
Entonces puedes considerar el hecho de seguir nuestras indicaciones a finales del mes de febrero, y puedes extender este plazo hasta el mes de mayo.
Pero lo mejor que puedes hacer es ubicarte en el punto medio, y hacer todo este procedimiento en las primeras dos semanas de marzo, como mínimo, para que el mango cobre fuerza, pues debes tener presente que en unas ocho semanas ya tendrá la suficiente fortaleza para resistir los principios de épocas frías o muy calurosas.
Cuidados generales
Toma nota de estos consejos, pues son esenciales los días posteriores del movimiento de la planta:
- Que no falte el agua: Ya sabemos que este elemento es más que vital para cualquier ser vivo, y en este caso no es la excepción. Muchos cometen el error de inundar el nuevo matero o zona en donde ubican su terruño vegetal sin saber que no es lo más recomendado.
Lo mejor que puedes hacer es humedecer la tierra por la mañana, a primera hora, para que esa humedad perdure hasta después de media mañana, cuando ya el sol empieza a cobrar mayor fuerza y evapora ese líquido. Considera agregar cerca de 250 mililitros en la base del tallo.
- Adquiere vitaminas: En viveros puede encontrar complementos vitamínicos que ayudarán a fortalecer hojas, raíces y ayudan a su crecimiento. En este caso debes limitarte a las indicaciones del jardinero, pues no todos estos productos se agregan a la tierra diariamente sino según un tiempo determinado.
- Usa abono casero: A veces se recomienda que hagas tú mismo un preparado en casa en el que incluyas los desechos orgánicos de tu cocina para dar fuerza a tu pequeño árbol frutal. Puedes usar un recipiente grande de plástico, agregar unas tazas de tierra y poco a poco depositar conchas de frutas y verduras mientras remueves cada día.
En el momento menos esperado notarás que tienes un buen material para abonar no solo tu nueva mata sino también otras zonas de tu jardín.
Plagas o enfermedades
Quizás al que más debes temer es a la cochinilla blanca. Este diminuto organismo en capaz de provocar enfermedades que pueden matar el mango. Para evitar que esto te suceda debes:
- Evitar la inundación del terreno o matero en donde está tu árbol. Ya te mencionamos esto más arriba, así que no lo pases por alto.
- Evita usar vitaminas o fertilizantes que contengan mucho nitrógeno, ya que esto acelera el crecimiento de nuevos tejidos que atraen como ratón al queso a esta plaga nociva.
- Limpia regularmente las hojas si notas que aparecen pequeñas manchas blancas, pues puede tratarse del inicio de la plaga. En caso de que veas que aumenta corta entonces las hojas afectadas y mantén la higiene de las restantes sin falta.
Consejos y recomendaciones finales
Como ves, cultivar el árbol frutal del mango implica mucho más que mover una planta de un punto A, a un punto B, pues debes tener en cuenta muchos aspectos como la temporada, el tipo de tierra, la limpieza de las hojas y las potenciales enfermedades que pueden atacar la mata. Sigue nuestros consejos finales para que en unos años tengas un bello árbol de frutos jugosos:
- Cuando notes que el matero es muy pequeño para seguir cobijando tu pequeño amigo, haz los mismos pasos, pero a un terreno más adecuado, más grande.
- Ten en cuenta que este puede crecer por encima de los 12 metros, por lo que debes prever la zona en donde vas a ubicarle.
- Al llevar a cabo esta nueva fase, procura mantener la misma tierra en la que ha estado hasta ahora, tal como mencionamos más arriba.
- Nunca dejes de atender tú ya crecido brote, ya que en el amor que dediques estará el fruto de su crecimiento, de su vigor y por supuesto de los manjares que en unos años comerás.