Es originario de los continentes Europa, Asia y parte de África. Posee una amplia distribución geográfica en Península Ibérica, donde crece de manera natural en todas sus regiones. Se trata de un hermoso árbol de fronda que puede llegar a medir hasta los 30 metros de altura.
Posee un tronco sumamente fuerte y ancho de textura lisa y color gris blanquecino; ésta podría ser una de sus características más hermosas. Se ramifica extensamente y posee buena cantidad de hojas ovales que se caracterizan por estar recubiertas por una capa fina de vellosidades con un color blanquecino y que, además, se pigmentan con una tonalidad marrón durante el otoño.
La floración se da justo antes del brote de las hojas, dando como resultado flores que cuelgan. Estas pueden ser masculinas color rojo o femeninas color verde amarillento. Da origen a un pequeño fruto encapsulado que mide aproximadamente medio centímetro y que al madurar se torna color parduzco y no posee ningún tipo de vellosidad en su superficie; sin embargo, su semilla sí.
Tiene diversos nombres comunes por los cuales también es conocido en diferentes partes del mundo: el álamo blanco, álamo común, álamo afgano, álamo plateado, o chopo blanco.
Su madera (que no combustiona fácilmente) ha tenido variedad de usos que abarcan el área de la carpintería, la ebanistería y la juguetería.
Plantación de Populus Alba
El álamo blanco ha sido utilizado durante muchos años como una planta ornamental, y a las personas les encanta debido a que no representa ningún riesgo para su familia.
A pesar de su gran tamaño y su forma llamativa, no es ni tóxica, ni tiene puyas ni nada que pueda disminuir la estética del jardín; todo lo contrario, proporciona una elegancia y frescura inigualable.
Cualquiera que desee cultivarlo en su jardín puede hacerlo, teniendo en cuenta principalmente el tipo de lugar y las necesidades en que debe desarrollarse. A continuación te explicaremos cómo hacerlo:
Lo primero con lo que debes contar es con el espacio adecuado. Es decir, tu jardín debe ser grande .Este tipo de árboles tienen una poderosa ramificación de las raíces y no puede haber interrupciones cercanas en el suelo.
El momento ideal para su plantaciones cuando termina el otoño, o bien, a inicios de invierno. Y se realiza mediante la técnica del esqueje leñoso. Esta técnica es muy fácil y efectiva de realizar; puesto que el esqueje es muy resistente a factores ambientales como vientos fuertes y temperaturas bajas.
Para hacerlo debes proceder de la siguiente manera:
Consigue una rama mediana de un árbol adulto; esta puede medir hasta dos metros de longitud y debe tener un grosor de unos dos cm; posteriormente plántala cuidadosamente en una maceta grande. O bien, en su lugar permanente.
Se recomienda plantar más de un esqueje de manera que cuando crezcan, se pueda seleccionar los más vigorosos, que serán los que sean menos propensos a las enfermedades.
Al cabo de unos dos meses, habrá empezado a brotar sus primeras hojas y raíces. Para que esto suceda, se deberá proteger de la sequía aplicando riegos constantes y evitando que reciba demasiada luz solar directa.
En un año, aproximadamente en el siguiente otoño (o primavera) estará listo para ser trasplantado. Y una vez el árbol crezca vigorosamente con sus respectivos cuidados, le brindará una decoración especial a tu jardín durante todas las estaciones del año exceptuando el invierno.
Cuidados
Suelo: Este tipo de árbol no es demasiado exigente respecto al suelo. Lo que realmente necesita es alta humedad y frescura (estos son prácticamente sus mayores requerimientos); aunque un pH neutral, de textura arenosa y con un buen drenaje le caerían de maravilla.
Riego: Debido a su naturaleza exigente de humedad, el encharcamiento no le afectaría tanto como a otros tipos de árboles. Se debe regar periódicamente de manera moderada; es decir, sin exceso ni carencia.
Clima: El Populus Alba es uno de los árboles más agradecidos. Si se planta cerca de la montaña, o en un clima mediterráneo o continental, se verá muchos mejores resultados. Es muy resistente a todo tipo de climas fríos, a la contaminación ambiental marina y a los vientos fuertes; por esta razón se suele plantar a orillas de playas para proteger del viento.
Poda: A pesar de que no es demasiado necesaria, si se quiere guiar el árbol a crecer con una forma natural más llamativa para darle una estética decorativa a nuestro jardín; entonces se deberá podar. También se recomienda hacerlo en caso de ver malas hierbas y ramas dañadas. El mejor momento para realizar esta operación es a fines de invierno.
Muchas personas suelen podarlo para eliminar flores debido a que estas podrían causar alergias.
Plagas y enfermedades
Tienen una resistencia impresionante; pueden tolerar situaciones poco favorecedoras y difíciles. Sin embargo, podría sufrir consecuencias. A continuación te presentamos algunas de las afecciones más frecuentes que tienden a atacar este tipo de árbol.
Saperdala: El álamo blanco es propenso a padecer esta plaga desde los 5 hasta los 20 años y es tan peligrosa que podría causar su muerte. Hablamos de unos coleópteros parecidos a unos escarabajos que pueden volar y dejar sus huevos en la corteza de nuestro árbol, donde posteriormente se adentran perforando el tronco.
Mosca Blanca: Es una de las plagas más frecuentes en este tipo de cultivos. Estos pequeños insectos pueden ser detectados fácilmente con una lupa. Se encuentran situados sobre las hojas; de cuya sabia se alimentan provocando clorosis. LA clorosis es la ausencia o falta de clorofila; por esta razón pierden el color verde y se tornan amarillentas.
Consejos y recomendaciones
Si el clima del lugar en el que vives es muy frío, se aconseja realizar el esqueje en la primavera.
Si lo vas a plantar en una maceta para su propagación, procura que ésta tenga agujeros en la base para que el agua no se estanque.
Se aconseja sembrarlo en hileras de manera que sirva para proteger de los vientos fuertes y además, decorar tu jardín.
Piénsalo dos veces si vives en un clima excesivamente caluroso.