Cupressus Sempervirens es un árbol conocido desde la época Greco-Romana (donde simbolizaba la belleza femenina), caracterizado por su curiosa forma delgada, alargada y alta. Se cree que es originario del este mediterráneo y que también se ha distribuido en algunas zonas de Irán, Siria, Turquía, Líbano, Grecia, Chipre, Jordano. Sin embargo, al ser un árbol tan antiguo no se tiene certeza de su verdadero origen.
Puede llegar a vivir hasta mil años. Es decir, mucho más que una vida. Por esta razón simboliza la inmortalidad y el duelo. Posee una excelente capacidad de adaptación, razón por la cual actualmente se ha logrado exteriorizar alrededor de todo el mundo especialmente como planta ornamental.
También es conocido como Ciprés Común, Ciprés Mediterráneo, Ciprés de los Cementerios; Uno de los lugares donde mejor ha sido acogido es en Italia, donde su reproducción es algo bastante común y su cultivo se ha realizado durante muchos años. Por esta razón se le conoce como Ciprés Italiano, sobretodo en los Estados Unidos; por su forma suele ser llamado también Ciprés Piramidal.
Este árbol, como lo indica la etimología de su nombre “Sempervirens” que significa siempre vigoroso. No está nada más cerca de la realidad. Pues posee un follaje perenne que perdura aún en tiempos invernales.
Puede llegar a una altura aproximada de 25 a 30 metros. Y eso no es todo, la forma de sus hojas no es como las de los demás árboles. Éstas son verdes y tienen una forma de ramillos escamados que llaman mucho la atención. Sus ramas también son verdes de forma parecida a la de un cilindro.
Su fruto, los “conos” son de naturaleza escamosa y color rojizo una vez maduros. Antes, son verdes. Finalmente, presenta unas flores de medio centímetro (masculinas) y otras con una forma similar al de un cono (femeninas)
Posee una valiosa madera que ha sido utilizada frecuentemente en áreas como la carpintería, ebanistería y para la construcción de esculturas de madera, guitarras de flamenco, inmobiliarios y elementos de madera que están destinadas al contacto con el agua, como buques (debido a su resistencia a la pudrición por la humedad)
Algo interesante de este gran árbol, es que a pesar de su estilo único, también sirve en la elaboración de remedios naturales. Especialmente en aquellos para la tos, el control de hemorroides y várices; además ayuda al sistema nervioso y la menopausia. Cabe destacar que, en muchas ocasiones se utilizó para proteger ambientes de vientos fuertes, debido a que es muy elástico y resistente.
Plantación del Cupressus Sempervirens
Para su plantación lo primero que necesitamos es la semilla. Ésta se puede encontrar fácilmente en los conos cuando su apariencia sea grisácea, y sin que se hayan abierto. Para esto puedes utilizar una tijera de jardín; cortar el cono, esperar a que se seque y posteriormente extraer la semilla. El mejor momento para plantar es durante el invierno.
Dada su naturaleza, una vez extraídas las semillas, éstas requieren una estratificación de dos semanas a una temperatura de 2 a 4 °C .Posteriormente deben ser colocadas en un semillero frío y aplicar una capa fina de tierra sobre ellas. Muchas personas le añaden adicionalmente una capa fina de “mulch” para mejores resultados.
A unos 20°C, las semillas empezarán a brotar al cabo de uno dos meses.
Es conveniente protegerlas en un lugar cálido durante el primer invierno y evitar regarlas demasiado, sobretodo antes de trasplantarlas. El momento ideal para su trasplante es cuando la planta tiene unos dos o tres años de edad. Y durante su etapa de crecimiento se debe cambiar el tamaño de la maceta.
Otras personas prefieren reproducirlo mediante la técnica del esqueje, que es mucho más sencilla. Consiste básicamente en cortar una rama joven del árbol y limpiar todo follaje de la parte inferior; a continuación, plantarla a una profundidad relativa a su tamaño y finalmente regar.
Este tipo de árbol tiende a ser muy delicado al momento de la plantación, especialmente en su sistema radicular (raíces) por esta razón, se deberá trasplantar con mucho cuidado.
Cuidados
Suelo: El ciprés italiano tiene la ventaja de poder darse en condiciones de suelo muy variables. Sin embargo, lo mejor es aportarle lo mayor que se pueda un suelo que le favorezca. En este sentido, los suelos turbosos con un excelente drenaje le caen de maravilla.
Puede tolerar muy bien los suelos calizos e incluso pobres en nutrientes. Lo que no tolera es el encharcamiento ni suelos demasiado salinos.
Clima: El más conveniente es un clima mediterráneo. Es resistente al frío y a la sequía, sin embargo se recomienda ubicarlo en un lugar donde reciba suficiente luz solar, pero no en exceso y con cierto porcentaje de sombra.
Riego: Es conveniente, en el momento de la plantación, aportarle un riego abundante. Pero después que el árbol ha crecido, esto no será necesario; a excepción de que el tiempo de sequía (la cual tolera muy bien) sea demasiado fuerte.
La poda no es necesaria. A menos que sea realizada para renovar el árbol. En este caso, se debe realizar en épocas vegetativas.
Plagas y Enfermedades
Cáncer de Ciprés o cancrosis: Es la enfermedad más peligrosa que puede atacar a los arboles de esta especie. Y se favorece en climas muy húmedos. Se puede identificar cuando las ramas se empiezan a secar y se pierde gran cantidad de hojas. Además, por la aparición de cancros en la corteza.
Se transmite mediante insectos que introducen sus hongos en la corteza, o bien, aves como los pájaros con sus esporas infectadas.
Existen otras enfermedades como la seca del ciprés, que se da principalmente en cultivo en macetas. Actualmente no tienen un tratamiento químico definido. Por esta razón se debe prevenir en lo posible cuidando el árbol de todo tipo de afecciones y ser cuidadoso con sus puntos sensibles. Se puede identificar fácilmente por la pérdida de las hojas que previamente se tornaron amarillentas.
También es propenso a algunas plagas como el famoso pulgón y escarabajos de la corteza.
Consejos y recomendaciones
No podar si el árbol está enfermo. Se deberá esperar primero a que esté completamente sano otra vez.
Ojo con lastimar el sistema radicular y la corteza del tronco cuando se limpia el suelo. Es sumamente sensible y por una cortada, podría originarse allí muchas enfermedades.
En climas calurosos el cono puede secarse en quince días aproximadamente, y en climas fríos en unos dos meses. Para que madure mucho más rápido se recomienda introducirlo en agua caliente por un tiempo igual o menor a un minuto.
En el primer mes de vida de la planta, se debe aplicar fungicidas para prevenir todo tipo de hongos a los cuales se encuentra propensa.
También se puede plantar mediante la técnica del injerto.
En caso de cancrosis, se recomienda eliminar las zonas afectadas y los cancros; posteriormente taparlos con apósitos desinfectantes.