De seguro compras todas tus frutas en el supermercado más cercano. Aunque estas pueden verse exteriormente saludables y apetitosas casi todas ellas traen consigo químicos nada saludables para nuestro cuerpo. También estamos seguros que posees un pequeño rincón en donde sueles tener un par de plantas. ¿No has pensado en cultivar un árbol frutal para conectarte aún más con la naturaleza? A continuación te instruiremos en el sembrado de uno de los frutos más favoritos de las personas.
Los albaricoques son plantas provenientes de Asía que pasaron por varios procesos de modificación genética para hacerlas adaptables. Gracias a ello, se pueden cultivar en cada uno de los 5 continentes y nos permiten no solo disfrutar de la armonía y la sombra que proporciona su estructura, sino de lo tropical y delicioso que son sus frutos.
Aunque sus cuidados para que estos logren brotar sus frutas son algo caprichosos, valdrán toda la pena del mundo cuando solo estiremos la mano y cojamos unos cuantos en el frente de nuestro hogar. De seguro ya te estás preguntando cómo haces entonces para cultivarlos, si sigues leyendo en un par de minutos lo descubrirás.
Plantación de árboles de Albaricoque
Como es oriundo del Mediterráneo, debemos emular las condiciones y ambientes propias de allí para que él crezca como en casa. Algunas de las características que debemos imitar son:
- Suelo: Este debe estar compuesto casi exclusivamente de abono, serrín, fertilizante y demás compuestos orgánicos. Por ningún motivo debes plantarlos directamente en un terreno normal pues entonces no florecerá. Puedes arar todo el suelo y combinar estos componentes creando una argamasa rica en nutrientes para él.
- Clima: Como sabrás, no podemos predecir ni cambiar el clima; entonces solo nos queda situarlos en una zona en donde estén protegidos de las lluvias pero que, aun así, les lleguen a dar los rayos del sol. No los debes plantar por completo en la sombra pues estos necesitan de mucho calor para crecer. Te recomendamos que elijas un lugar cerca de una pared o valla que potencie y retenga la luz del sol
- Espacio: En el mismo sentido, dicha ubicación debe contar con el espacio idóneo para que no se interrumpa su desarrollo ante cualquier factor. Los duraznos, como también se les suele llamar, crecen más allá de los 3 metros de altura; prevé que no hay ni habrá nada que logre molestarlo una vez alcance esa altura.
- Drenaje: Aunque genéticamente son resistentes a las bajas temperaturas, no sucede lo mismo cuando hay exceso de agua en sus raíces. Por esta razón, debemos asegurarnos de que el terreno cuente con la fluidez y cañerías necesarias para evitar que los líquidos se empocen.
- Variedad: Por otra parte, la elección de una variedad que más se ajuste a nuestros gustos es quizás lo más importante. Te contamos que estos se dividen en los enanos (no superan el 1.5 y requieren de más trabajo mantenerlos) y los promedios (los más comunes, superan los 3 metros y los cuidados los enumeraremos más adelante) Toma la decisión dependiendo del tiempo que les puedas suministrar para cuidarlos.
Ya que has considerado y meditado sobre estos aspectos, te encuentras en óptimas condiciones para conocer y llevar a cabo una plantación exitosa. Para hacértelo más fácil y divertido te lo hemos resumido en solo 3 simples y sencillo pasos a seguir, estos son:
- Paso 1: Una vez que hayas elegido cual variedad es la que quieres, deberás dirigirte al vivero más cercano y adquirir el espécimen más joven que encuentres; de esta forma se podrá adaptar sin brusquedad a lo que será su nuevo hogar. Procura hacerlo el mismo día en que planearás cultivarlo.
- Paso 2: Concluido este punto, y tomadas las previsiones que te detallamos más arriba, dirígete a la zona que has elegido para sembrarlo y empieza a cavar agujeros de 12 centímetros de profundidad; procura que no haya ninguno otro árbol a al menos 4 metros de distancia de allí. Introdúcelo con delicadeza de forma que quede completamente centrado y recto en el hoyo.
- Paso 3: Con la argamasa de diferentes componentes cubre todo el agujero asegurándote de compactar bien el suelo. Para permitir que no queden recovecos en el hoyo, podemos crear un pequeño montículo sobre la base de donde están sembrados para que esta ceda conforme el sustrato se acomoda. Solo resta que lo riegues y ¡listo! Con sus respectivos cuidados podrás ostentar Este arbusto en tu huerta.
Cuidados necesarios de los Albaricoques
Te comentamos que plantar un Albaricoque solo es el primer paso para poder disfrutar de él; si lo dejas a merced de la fortuna este solo dará frutos malogros y tendrá un aspecto nada saludable. Para prevenir esto debes considerar:
- Riego: Solo deberás hacerlo semanalmente pero de manera que el terreno quede empapado de agua. Si las condiciones climáticas has sido muy frías y casi no ha recibido sol, entonces puedes posponer su riego un par de días más. Si lo haces muy seguido corres el riesgo de que sus raíces se pudran.
- Abonado: Por otra parte, es necesario renovarle el sustrato cada 6 meses eligiendo de preferencia el otoño para hacerlo. Hazlo combinando los mismos ingredientes que utilizaste cuando lo cultivaste.
Control de plagas y enfermedades
Cuando hemos descuidado por una u otra razón a nuestros Duraznos, es posible que estos e vean afectados por alguna de las siguientes plagas:
- Moscas blancas: Son unos pequeños insectos color gris que acuden a los arbustos frutales para desovar en sus frutas. Cuando sus huevecillos eclosionan, los hijuelos empiezan a devorar a el fruto. Si no se trata con anticipación es posible que sea irremediable curarla y estos brotarán dañados por siempre. Por ello, no está de más que tengas un poco de insecticida para combatirlas en caso de que aparezcan en tu huerta.
- Escarabajo de flores: Como su nombre lo indica, estos inquilinos aparecen revoloteando sobre los capullos y los devoran en un par de minutos. Lo ideal es que solo los retires con un guante aunque también puedes optar por rociarlos con insecticida.
Consejos y recomendaciones adicionales
- Lo mejor es que intentes plantarlos justo al finalizar el invierno o a mediados de primavera; evita hacerlo en verano y durante el transcurso de la temporada otoñal.
- Si su primera floración es excesiva lo mejor es que podes algunos de los capullos pues, al ser tan joven, no cuenta con la fuerza necesaria para transformar esas flores en frutos materiales.