Las fresas son una baya absolutamente deliciosa y nutritiva. Además, son plantas perennes que volverán a crecer cada año si se plantan correctamente, por lo que vale la pena asegurarse de plantarlas bien desde el principio. Aquí hablaremos de cómo identificar el tipo de suelo que les gusta más a las fresas y en qué momento de la temporada deben plantarse.
Las plantas de fresa suelen estar disponibles desde enero hasta junio, pero es importante investigar las variedades antes de comprarlas.
Hay muchas variedades diferentes de plantas de fresa disponibles para comprar en tu vivero o floristería local, por lo que es importante considerar qué variedad se adapta mejor a tus necesidades antes de tomar una decisión final sobre dónde y cuándo plantarlas.
Cuándo plantar fresas
Las fresas son una fruta resistente, y pueden sobrevivir en la mayoría de los climas. Esto significa que puedes plantarlas en casi cualquier lugar, excepto en el Ártico o la Antártida. Sin embargo, es importante saber qué tipo de plantas de fresa se dan mejor en tu zona antes de plantarlas. No todas las fresas crecen bien en todas partes.
Las semillas de fresa deben plantarse en primavera, normalmente en marzo o abril. Es mejor no plantar las plantas de fresa demasiado pronto porque tendrán problemas para adaptarse a los cambios de temperatura y se volverán sensibles al frío. El momento óptimo para plantar fresas puede variar según la región, en función del clima: si vives en una zona más fría, es mejor esperar a que las temperaturas superen constantemente los 10 grados centígrados antes de plantar las plantas de fresa.
Cómo plantar fresas
Antes de que descubras el procedimiento de su correcto cultivo, es necesario que conozcas todos los factores que intervienen directa o indirectamente para que estas se desarrollen saludablemente. Por ello debes saber lo siguiente:
- Suelo: Estas plantas requieren de una variedad de componentes orgánicos para que nos den sus frutos. Por esta razón, deberás comprar abono orgánico en tu vivero más cercano o, si es que quieres hacerlo de una manera más natural, ir agregando los desechos de las cáscaras y conchas que hayas utilizado en la preparación de tu comida. De esta manera, el suelo se irá nutriendo paulatinamente y obtendrá los minerales necesarios para ella.
- Drenaje: A diferencia de otras especies de plantas, no necesitan de un drenaje exhaustivo; soportan muy bien los suelos con alto contenido de humedad. Sin embargo, y sobre todo para prevenir inconvenientes con alguna plaga, procura que el terreno no acumule agua en exceso.
- Luz: Estas matas son amantes de los rayos solares. Cuando estos les dan directamente suelen crecer de manera más apresurada y dan, por lo general, un par de frutos más. Tomando en cuenta esto, y si quieres tener una planta vistosa, lo ideal es que la adecues en una zona en donde reciba al menos 5 horas de luz diaria.
- Época: A pesar de ser una especie que soporta con gran energía e ímpetu las variaciones climáticas (llegando a adaptarse muy bien a las fuertes heladas), te recomendamos que elijas plantarla o bien a principios de primavera, o bien a finales del invierno; cualquiera de estos dos momentos son idóneos para llevar a cabo tal empresa.
¿Cómo trasplantar fresas?
- Paso 1: Para cultivarla por medio de hijuelos es sencillo. Lo primero que tienes que hacer es dirigirte a tu vivero local y adquirir tantos como gustes. Procura escoger los que tengan un aspecto más saludable para promover que estos crezcan sanos; de igual modo, haz este paso un día antes de sembrarlas y deja sus raíces remojando en un recipiente con agua.
- Paso 2: A la mañana siguiente, levántate temprano y, tomando las previsiones que te hemos detallado un poco más arriba, cava agujeros de no más de 8 centímetros de profundidad. Como esta mata suele arrastrase y extenderse por cierta distancia, procura, si es que vas a plantar varias, no hacerlo a menos de 30 centímetros de distancia. Aunque ahora te parezca mucho espacio, cuando éstas crezcan se tupirá toda la zona.
- Paso 3: Finalmente solo resta tapar los agujeros con el abono que has preparado con anterioridad, asegúrate que sus raíces queden bien cubiertas y compacta el terreno de manera que quede todo aprisionado. Riegalas abundantemente con agua y ¡Listo! Ya habremos superado la primera y más importante etapa de su cultivo. Ahora solo resta cuidarlas debidamente.
Cuidados de las fresas
Si bien es cierto que la primera fase ya está superada, no significa que debemos abandonar nuestro espécimen a merced de la fortuna. Es necesario y prudente otorgarle sus respectivos cuidados, los más importantes son:
- Riego: Inicialmente solo deberás regarla cada 3 días durante las primeras 2 semanas. Debemos permitir que esta se adecue a la zona en donde crecerá toda su vida; pasado este tiempo, ya podemos proceder a regarlas cada 2 días eligiendo de preferencia hacerlo temprano por la mañana.
- Abonado: Para alentar que nos deleiten con mayor cantidad de frutas, lo ideal es que le hagamos su respectivo abonado 2 veces al año. Haciéndolo a mediados de primavera y a principios de invierno.
- Protección: A propósito de esta estación, si las heladas invernales son muy fuertes, podemos cubrirlas con una lona para protegerlas de las bajas temperaturas. Todo dependerá de qué tan fuerte sea el frío en la zona local en donde habitas.
- Poda: Por otro lado, también debemos podarla al menos una vez durante el año. Podemos hacerlo incluso manualmente desprendiendo con cuidado las hojas que luzcan poco saludables o que se caigan con el contacto.
Control de plagas y enfermedades
Lamentablemente para todo amante de las plantas las plagas o enfermedades siempre están a lo orden del día para atacarlas sin previo aviso. Por esta razón, debemos estar siempre alerta y vigilantes para poder descubrir a tiempo si estas están siendo víctimas de alguna de ellas. Las más comunes que llegan a afectar son:
- Hongos: Para el que se decida a cultivar matas de fresa deberá adquirir sin demora un tarro con fungicida; y es que son los hongos los inquilinos menos provechosos que estas pueden llegar a portar. Se alojarán en tu planta si esta presenta exceso de humedad. De llegar a distinguir pequeños puntos blancos en el nacimiento de su tallo rocía la zona con un poco de este y desaparecerán en un par de días.
- Gusanos de seda: A estos pequeños glotones les encanta devorar sus hojas aromáticas sin parar. Como estas matas no tienen muchas, en solo 2 o 3 horas se comerán a toda tu planta. Para que no mates a este inofensivo insecto, te recomendamos que con un guante lo retires a una zona apartada en donde sabrás que no te molestará ni a ti ni a tus queridas plantas.
Consejos y recomendaciones adicionales
Para poner punto y final a este interesante recorrido por el mundo del cultivo de las fresas, te daremos un par de consejos extras que te favorecerán o te ilustrarán más de lo que ya te hemos reseñado en este artículo, esperamos que disfrutes tanto de sembrarlas en tu huerto como nosotros de explicártelo:
- Puedes optar por plantar estas matas también en un matero; igualmente sus frutos brotarán aunque lo harán en menor porcentaje.
- Si estás interesado en probar la siembra a partir de semillas, solo retíralas (son las que están en los costados), déjalas secar por 7 días y sigue las mismas instrucciones que has aprendido en día de hoy.
- Además de agregar cualquier tipo de concha al suelo en donde están sembradas, también puedes optar por suministrarles una pizca de café en polvo para incrementar el nivel de nitrógeno en el sustrato.
Resumen
Las fresas son una de las plantas más productivas y fáciles de cultivar. Se pueden plantar en el interior o en el exterior en macetas, contenedores, tambores de fresas, parterres o hileras. De hecho, son una gran adición a sus jardines de contenedores porque no sólo proporcionan una fruta maravillosa para usted y su familia durante todo el año, sino que también atraen a las plantas beneficiosas.
Y en conclusión, después de todo lo dicho, parece que las plantas de fresa se pueden plantar en cualquier momento de la temporada. Lo mejor de todo es que puedes elegir cuándo te conviene plantarlas.
El mejor momento para plantarlas es el otoño o el principio de la primavera, ya que las temperaturas son más frescas y esto hace que el sistema de raíces sea mejor de cara al invierno. Son fáciles de cultivar y producen bayas más que suficientes para el verano.